miércoles, 21 de julio de 2010

Exfoliación o Peeling

El peeling se puede realizar por medios mecánicos, como con las cremas pulidoras, la microdermoabrasión o la Nieve Carbónica; o por medios químicos a través de diferentes ácidos.
Estos pueden ser más o menos concentrados y de diferentes procedencias, por ejemplo los Alpha-Hidroxi-Acidos (AHA), dentro de los cuales, los más populares son el Acido Glicólico, el Mandélico, los Frutales, el Suero Láctico, etc., o los Beta-Hidroxi-Acidos, como el Acido Salicílico o el Tri-Cloro-Acético.
Todos ellos son utilizados para provocar la caída del Estrato Córneo con la consiguiente renovación celular, cada uno actuando de diferente forma. Algunos son más blanqueadores, otros son mas desinflamantes y otros son bactericidas. Depende de la adecuada elección del profesional que lo va a emplear, el que dé el resultado óptimo para el caso que se deberá tratar.
La palabra peeling, se traduce como peladura. Con la remoción de los estratos de piel superficiales no solo se logra un efecto inmediato de tersura y corrección de manchas y cicatrices, sino que además, logramos poner toda la zona tratada en mitosis y con ello renovamos la piel desde las capas más profundas. Esto nos garantiza que las células que vendrán serán más perfectas que aquellas que barrimos.
Al afinar la piel, la consecuencia es que no se quiebra con tanta facilidad, por ello tenemos muchas menos arrugas.
Este tratamiento se realiza preferentemente en medias estaciones o invierno, siendo de riesgo exponerse al sol después de la aplicación, ya que estos son fotosensibles, por ello se recomienda el uso de pantalla solar como protección de los rayos UV.

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